POEMAS MUSICALIZADOS III




17 EL OLVIDO 

https://drive.google.com/file/d/1s8E-6rFziVrRiNRYi_5so7F46rM7xNdF/view?usp=drive_link

Cómo pude olvidarme de andar el camino

que se abrió interminable al frente de mis pasos.

De soltar mi melena a los cuatro vientos.

De encender una sonrisa en el rostro que quise.

Cómo pude olvidarme de oír los gemidos

que jamás cesaron.

De escuchar el silencio.

De ahondar en mí mismo.

De alcanzar ciertas cimas

que siempre estaban lejos de la miel y el prestigio.

Cómo pude olvidarme de amar lo cercano.

De desenmascarar al que día tras día me cortaba las alas.

De entender el pasado.

De querer descubrir de dónde procedían las primeras balas.

Esas, que no matan y se llevan la vida de tantos…

De tantos, que no existen nombres con que poder nombrarlos.

Que no existen tumbas donde poder llorarlos.

Cómo pude olvidarme de ser el milagro que por fin se prende.

De vivir plenamente la vida que fue mía

y perdí en las alforjas de los devoradores

que nunca se sacian de nuestras libertades.


Letra: Ángel María Menduiña Iribarren

Música: IA

(Del libro "Cicatrices")


18 QUÉ PUDO SER 

https://drive.google.com/file/d/1bCIUqoPm49t2VNtbN3XvF0F5_dL0yiKZ/view?usp=drive_link

Qué pudo ser del niño que apenas llegó a gatear.

Del que no soñó con hadas que habitaban en las nubes.

De la niña que a todos sonreía, sin saber por qué,

mientras no cesaba de escuchar el rutinario silbido de la muerte,

que siempre acechaba.

Qué pudo ser del que no cruzó el umbral de la infancia.

De tantos rostros acabados prematuramente.

Ojos hundidos.

Comidos por las moscas.

Barrigas hinchadas, tendidas al sol que mata y no da vida.

Cuántas rosas que pudieron ser, se quedaron sin ser.

Cuántos sueños ni empezaron a forjarse.

Cuántas huellas se quedaron sin marcar la arena de tu playa.

Cuántos grandes o pequeños pasos para la humanidad.

Qué pudo ser de nosotros con ellos presentes.

De la historia.

De tu historia.

De tantos millones de besos que nunca brotaron.

De las estrellas que no pudieron prenderse en el firmamento.

A dónde habrían arribado los barcos que jamás zarparon.

A qué islas desiertas.

A qué corazones.

Los que no pudieron emprender el viaje.

Cuántos cumpleaños no se celebraron.

Cuántos hilos de voz tuvieron que apagarse

para llenar con su sangre nuestros ríos.

Cuánto arrebatamos.

Cuánto nos perdimos.


Letra: Ángel María Menduiña Iribarren

Música: IA

(Del libro "Cicatrices") 



19 DETRÁS 

https://drive.google.com/file/d/1WaG_zQfSK9oN143_M8_2DV8IqHK4j3B6/view?usp=drive_link

Detrás de cada grito hay un silencio

que a veces es más claro que una voz.

El hombre es un pozo de misterios

envuelto por el humo del temor.

Detrás de cada puerta hay una historia

que guarda casi siempre algún adiós.

Se aleja una silueta entre la sombra

que esconderá otra puerta que se abrió.

Detrás de cada huella hay un camino

que lleva a la impotencia o al fervor.

Tuvimos grandes cenas con buen vino,

y cenas que más nadie recordó.

Detrás de cada invierno hay primavera.

Encierra cada hoguera algo helador.

Me abrazo a la esperanza que hoy se crea

y espera, agazapado, el desamor.

Detrás de cada niño aguarda un sueño,

y un sueño duerme en cada corazón;

y cada corazón pone su empeño

en derribar a un ciervo que soñó.

Detrás de este viaje hacia la nada,

si habrá desierto o agua, yo no sé;

pero hoy me lanzo en busca de la playa.

Detrás de cada esquina hay de beber.


Letra: Ángel María Menduiña Iribarren

Música: IA

(Del libro "Tiempo de hielo") 


20 LA ALAMBRADA 

https://drive.google.com/file/d/1B7ftWXAxB3yqnJcLjJwu94vVSoGAKfd0/view?usp=drive_link

El que busca libertad

tropieza con la alambrada;

un cercado imperceptible

tras el que está secuestrada.

La alambrada no es de hierro,

que el hierro puede cortarse.

La alambrada es invisible,

y así no puede saltarse.

La alambrada no es un ¡alto!,

sino el miedo a la miseria;

y en la miseria te deja.

La alambrada es estrategia.

La alambrada no está fuera;

está dentro de uno mismo.

La alambrada no es materia;

está hecha de cinismo.

La alambrada es una guerra

a la que vas desarmado.

La alambrada es la frontera

entre la risa y el llanto.

La alambrada no envejece;

forma parte de la historia.

La alambrada nos inhibe,

e insaciable, nos acosa.

La alambrada es el desánimo

que conduce a la impotencia.

La alambrada es un fantasma

aliado con la ciencia.

La alambrada es homicida;

es aquel sangriento muro

donde fusilan los sueños.

La alambrada es tu verdugo.

Igual que en un rompeolas

revienta su fuerza el mar;

así rompe la alambrada

su vuelo a la libertad.


Letra: Ángel María Menduiña Iribarren

Música: IA

(Del libro "Tiempo de hielo") 


21 SÉ QUE NO ES FÁCIL 

https://drive.google.com/file/d/1GAwqN4M_BSXM4tSM9CMmQHIfP3wd8Owx/view?usp=drive_link

Sé que no es fácil crecer si te sientes juzgado.

Ni confiar en la vida otra vez cuando te han engañado.

Es imposible reír si te asedian las penas.

Y tortuoso poder caminar sobre un suelo que quema.

Pocos consiguen volar con las alas partidas,

o se lanzan desnudos al mar con las manos heridas.

Es laborioso avanzar entre tanta penumbra,

sin saber que tan solo una acción nos redime y encumbra.


Letra: Ángel María Menduiña Iribarren

Música: IA

(Del libro "Al viento") 


22 SÉ 

https://drive.google.com/file/d/1AuSd6GCdYpxoco9QMm04Eig08TDIgVNK/view?usp=drive_link

Sé de heridas que sangran espuma.

Y de mares de arena y sin bruma.

Sé de lunas que ladran al perro que no las miró.

Sé de vientos vencidos por hojas.

De remotos relatos que enojan.

Sé de historias que tuvo la historia, que nadie contó.

Sé de ancianos que mueren en cunas.

De desiertos de asfalto que abruman.

Sé de lluvias rogadas que ahogan los campos en flor.

Sé de esperas que exceden la vida.

De sonrisas que expiran dormidas.

Sé de amores suicidas en pos de una muerte mejor.

Sé de males que burlan la ciencia.

De inclementes pidiendo clemencia.

Sé de besos que miden sus pasos, y no dan amor.

Sé de techos que ignoran su casa.

Y de rocas que arropan y abrazan.

Sé de pies que anduvieron descalzos, de labios sin voz.

Sé de ausencias que siempre abrasaron.

De presencias que no acompañaron.

Sé de un tiempo perdido en la noche, que no se vivió.

Se de cuentas que no se saldaron.

De ambiciones que todo anegaron.

Sé de imperios que se levantaron con sangre y dolor.


Letra: Ángel María Menduiña Iribarren

Música: IA

(Del libro "Al viento") 


23 TE BUSQUÉ

https://drive.google.com/file/d/1tKI0mjYyP6xqrXaSY8J8hPerA9uRLgSL/view?usp=drive_link

Te busqué en cada tarde.

Detrás de cada sol.

Y en cada sombra quise encontrarte.

En oscuras tinieblas y en la luz más radiante.

En días de delirio y en noches de razón.

Tras de ti, caminé hacia la piedra o hacia el fuego.

Exploré mil senderos y grandes avenidas.

Fuiste paja y acero.

Cuerpo y estrella.

Mentira y certeza incuestionable.

Por ti, maté y morí.

Te perseguí en los tronos y en refugios desnudos olvidados del mundo.

Donde solamente el frío arropaba nuestros cuerpos.


Letra: Ángel María Menduiña Iribarren

Música: IA

(Del libro "Al viento")


24 RENACER 

https://drive.google.com/file/d/1_C6KoH3pi4c1lbTrwovhkqJ8-g4K4x3d/view?usp=drive_link

Tú, que naciste para ser libre y volar.

Para amar y ser amada. 

Para soñar…

Fuiste pasto de las llamas de otros fuegos. 

De codicias insaciables que no aguardan.

Presa fácil de demonios despiadados

que abrasaron tu esperanza.

Que tomaron el espacio de tu luz.

Que te hicieron parecer irrelevante.


Deberás enfrentarte a esos fantasmas.

Emerger del abismo al que te penan.

Como aquellos que se hicieron inmortales.

Olvidados que rompieron las cadenas.


Deberás renacer desde el dolor.

Ser buen fruto, aun en campo desolado.

Que si mueres, sea una bala,

y no tu miedo o tu renuncia quien te mate.

Porque nunca es tarde,

mientras sople el viento y corra savia por tus venas.

Mientras navegue tu barco por el océano.

Destartalado y sin remos.

A merced de tormentas y ciclones.

Pero ansioso por tornar de su deriva.

De arribar una noche a grato puerto.

Porque un segundo basta para henchir de brisa los pulmones,

y voltearlo todo en un instante.


Sed la brisa, no el tifón.

Sed camino, no un rincón.

Sed vosotras, y vosotros, aun con dolor.

Porque allí se crece tanto o más que en la fortuna.


Fuera dudas y temores.

Ataduras y candados que os condenan a morir a las puertas de la lumbre,

que es la vida.

La vida, que es suplicio si se teme,

y delirio si se ama,

aun maltrecha y malherida.


Letra: Ángel María Menduiña Iribarren

Música: IA

(Del libro "Al viento") 


Videos también disponibles en mi canal You-Tube:

https://www.youtube.com/@angelmenduinairibarren9231 














 





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